— Clínica del Caso

Esta área reúne el trabajo compartido entre dos sectores de trabajos prácticos:
Lectura de casos y Hospitales.

En ambos espacios los ejes centrales serán la posición del analista, la construcción y lectura del caso, la interrogación por los efectos de las intervenciones y los obstáculos que se presentan en la cura. Consideramos que en la singularidad del caso por caso, no hay “la” técnica ni tampoco “la” convicción de un saber constituido de una vez y para siempre. De allí que la orientación de la cura depende de una ética solidaria al deseo del analista y signa a la política del análisis.
Nos interesa transmitir una clínica que no está en modo alguno reducida al consultorio privado, sino que hay análisis posible en las instituciones en tanto hay quienes ofertan una escucha orientada por una formación que no descuenta el pasaje por el propio análisis. En este sentido, en Lectura de casos trabajaremos casos publicados por otros analistas (algunos clásicos y otros más actuales) para poder cernir la dirección de la cura a la luz de la táctica, la estrategia y la política; mientras que en el espacio de Hospitales se trabajará también sobre aquellos problemas cruciales del psicoanálisis que nos interrogan a partir de materiales clínicos confeccionados en las instituciones con las particularidades, variedad y características de cada una de esos lugares donde cursarán: hospital de día, internación, hostal de salud mental, red asistencial, o comisión de discusión clínica en la facultad con docentes que trabajan en Hospitales para quienes no puedan cursar en instituciones. La articulación intrínseca y solidaria entre ambos sectores permitirá a quienes realicen la cursada, tener una perspectiva más sólida de los fundamentos de nuestra praxis.

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Hospitales y Discusión Clínica

En el espacio de Trabajos Prácticos denominado Hospitales se trabajará sobre los problemas cruciales del psicoanálisis que nos interrogan. Lo haremos a partir de materiales clínicos confeccionados que surgen de las instituciones in situ o de materiales/situaciones clínicas que el docente a cargo de la comisión presentará para abrir a la conversación y a la posibilidad de una lectura crítica que permita interrogar, en el diálogo con los alumnos, su propia práctica cotidiana.
Hay particularidades, variedad y características de cada una de esos lugares y dispositivos donde cursarán -con excepción del estado actual de la pandemia, donde lo
haremos por los medios que el campus virtual nos permite-, tales como hospital de día, internación, hostal de salud mental, red asistencial, y también comisiones de
Discusión Clínica en la facultad con docentes que trabajan en Hospitales para quienes no puedan o no elijan cursar directamente en las instituciones.
El programa que ofrecemos para apoyar nuestra cursada está, actualmente, dividido en 3 unidades centradas alrededor de estados del síntoma y la demanda: en el inicio, durante y al final de un análisis. Tendremos en cuenta en la construcción de cada caso, las interrupciones, los impasses y continuaciones de los tratamientos.

Fundamentación.

En “Apertura de la sección clínica”, Lacan define la clínica psicoanalítica como la interrogación del caso y del acto. Esto exige dar razones sobre la experiencia que lleva
adelante. Nos proponemos aproximar al alumno lo más posible al trabajo clínico desde ambos lados del dispositivo freudiano tomando contacto con diferentes dispositivos en las instituciones que en asociación con nuestra cátedra ofrecemos para dicho fin. En psicoanálisis, la interrogación ética del sujeto, incluye al analizante y al analista en un lazo social ya delimitado por Freud y precisado por Lacan.

¿Por qué cursar en las instituciones?

Sostenemos esta perspectiva en la cátedra, para que los alumnos puedan echar un vistazo y pasar por una experiencia acompañada del trabajo de los analistas más allá del consultorio privado. Para insertarse en esta práctica de presencia del psicoanalista en las instituciones, tan habitual como valiosa en la Argentina y en otros lugares del mundo, contarán con el acompañamiento de docentes de larga trayectoria.

En la singularidad del caso por caso, no hay la técnica ni tampoco la convicción de un saber definitivamentbre sus obstáculos y vicisitudes habituales. Tanto en la práctica privada como en la inserción en los variados dispositivos institucionales que ofrecemos para la cursada, se encontrarán con tensiones propias del oficio analítico entre lo singular y lo colectivo, entre lo íntimo y lo público, entre un sujeto y sus lazos. Es de este modo que constituido de una vez y para siempre. Esta posición ética permite un acercamiento a lo real y a la realidad de la clínica psicoanalítica y al trabajo permanente soe damos privilegio al encuentro entre un analista y un sujeto, sintomatizado de diferentes maneras.

Lectura de Casos

La clínica psicoanalítica parte de los fundamentos freudianos, en una articulación precisa entre aquello que acontece en la experiencia y su formalización teórica. Por eso no se trata de una experiencia a secas ni de una mera especulación. Freud abrió una senda al encontrarse con la histeria, le hizo lugar a ese decir peculiar y a ese padecer que se presentaba desafiando los saberes de la época. Su posición es la de un clínico y un investigador ejemplar. Vemos a lo largo de su obra, cómo parte de aquello que le hace pregunta en su quehacer y cómo responde con elaboración conceptual; pero advertimos también como la teoría se modifica a partir de los desafíos que le presentan aquellos padecientes que consultan. Lacan se inscribe en esa huella trazada por Freud y amplía el horizonte de nuestra práctica. Este espacio se propone retomar los ejes principales de la clínica psicoanalítica a los fines de pensar —vía la lectura de casos— qué entendemos hoy por dirección de la cura y cuáles son los operadores conceptuales que inciden en el abordaje de las presentaciones actuales. Partimos de interrogar ¿qué es un caso? El caso no es el paciente, el caso implica un trabajo de construcción donde se recorta parte de lo acontecido en la experiencia analítica, pero leído a la luz de los fundamentos que la orientan. El caso en su elaboración, no excluye al analista, en la medida en que en él pueden seguirse las huellas de su enunciación. Es por ello que el caso es análogo al síntoma analítico, dado que el analista no puede permanecer excluido en su formulación. No hablamos de un paciente sino de lo acontecido en ese encuentro siempre azaroso entre analizante y analista. Desde esta perspectiva nos proponemos nuestro quehacer poniendo al analista en el banquillo. Interrogar cuales los resortes de su práctica y los fundamentos de su operación, partiendo de circunscribir las condiciones del acto: la posición del analista. Para ello trabajaremos casos actuales y alguno de los clásicos de la literatura psicoanalítica también.